Trouvé 5199 Résultats pour: Dios y el hombre

  • Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido. (Génesis 19, 29)

  • Entonces la mayor dijo a la menor: "Nuestro padre está viejo y no hay ningún hombre en el país para que se una con nosotras como lo hace todo el mundo. (Génesis 19, 31)

  • Pero esa noche, Dios se presentó en sueños a Abimélec y le dijo: "Tú vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es casada". (Génesis 20, 3)

  • Dios le respondió durante el sueño: "Ya sé que lo hiciste de buena fe. Por eso, yo mismo evité que pecaras contra mí, impidiendo que la tocaras. (Génesis 20, 6)

  • Pero ahora, devuélvele la mujer a ese hombre. Él es un profeta, y va a interceder en tu favor, para que salves tu vida. Si no se la devuelves, ten la plena seguridad de que morirás, tú y todos los tuyos". (Génesis 20, 7)

  • Abraham respondió: "Yo pensaba que seguramente en este lugar no había temor de Dios, y que me matarían a causa de mi mujer. (Génesis 20, 11)

  • Por eso, cuando Dios me hizo andar errante, lejos de mi casa paterna, le dije: ‘Tienes que hacerme este favor: cualquiera sea el lugar donde lleguemos, dirás que soy tu hermano’". (Génesis 20, 13)

  • Abraham intercedió delante de Dios, y Dios curó a Abimélec, a su mujer y a sus sirvientas, que volvieron a tener hijos. (Génesis 20, 17)

  • Porque Dios había hecho estéril el seno de todas las mujeres en la casa de Abimélec, a causa de Sara, la esposa de Abraham. (Génesis 20, 18)

  • En el momento anunciado por Dios, Sara concibió y dio un hijo a Abraham, que ya era anciano. (Génesis 21, 2)

  • Abraham circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días, como Dios se lo había ordenado. (Génesis 21, 4)

  • Sara dijo: "Dios me ha dado motivo para reír, y todos los que se enteren reirán conmigo". (Génesis 21, 6)


“O amor é a rainha das virtudes. Como as pérolas se ligam por um fio, assim as virtudes, pelo amor. Fogem as pérolas quando se rompe o fio. Assim também as virtudes se desfazem afastando-se o amor”. São Padre Pio de Pietrelcina