Trouvé 55 Résultats pour: Antíoco

  • No contento con esto, Antíoco tuvo la osadía de entrar en el Templo más santo de toda la tierra, llevando como guía a Menelao, el traidor de las leyes y de la patria. (II Macabeos 5, 15)

  • Si ellos no se hubieran dejado dominar por tantos pecados, también Antíoco habría sido golpeado y hecho desistir de su atrevimiento apenas ingresó en el Santuario, como lo había sido Heliodoro cuando fue enviado por el rey Seleuco para inspeccionar el Tesoro. (II Macabeos 5, 18)

  • Antíoco, después de haber sacado del Templo mil ochocientos talentos, partió en seguida para Antioquía, creyendo presuntuosamente que era capaz de navegar por la tierra y caminar por el mar: tal era la arrogancia de su corazón. (II Macabeos 5, 21)

  • Antíoco envió a Apolonio, jefe de los mercenarios de Misia, con un ejército de veintidós mil soldados, dándole la orden de degollar a todos los hombres adultos y de vender a las mujeres y a los niños. (II Macabeos 5, 24)

  • Antíoco pensó que se estaba burlando de él y sospechó que esas palabras eran un insulto. Como aún vivía el más joven, no sólo trataba de convencerlo con palabras, sino que le prometía con juramentos que lo haría rico y feliz, si abandonaba las tradiciones de sus antepasados. Le aseguraba asimismo que lo haría su Amigo y le confiaría altos cargos. (II Macabeos 7, 24)

  • Por ese tiempo, Antíoco tuvo que retirarse precipitadamente de las regiones de Persia. (II Macabeos 9, 1)

  • En efecto, después de haber entrado en la ciudad llamada Persépolis, intentó saquear el templo y apoderarse de la ciudad. Pero el pueblo se amotinó y se defendió con las armas. Antíoco, derrotado por la gente del país, tuvo que emprender una vergonzosa retirada. (II Macabeos 9, 2)

  • "Antíoco, rey y general, saluda a los judíos, ciudadanos respetables, deseándoles felicidad, salud y prosperidad. (II Macabeos 9, 19)

  • He tenido en cuenta, además, que los soberanos de los países vecinos a mi reino están al acecho, esperando cualquier ocasión favorable. Por eso, he decidido designar rey a mi hijo Antíoco, a quien muchas veces, durante mis campañas a las provincias de la meseta, ya he presentado y recomendado a la mayor parte de ustedes. (II Macabeos 9, 25)

  • Filipo, su compañero de infancia, conducía el cadáver, pero no fiándose del hijo de Antíoco, se dirigió a Egipto, donde reinaba Tolomeo Filométor. (II Macabeos 9, 29)

  • Tales fueron las circunstancias de la muerte de Antíoco, llamado Epífanes. (II Macabeos 10, 9)

  • Ahora vamos a exponer los hechos concernientes a Antíoco Eupátor, hijo de aquel impío, relatando sucintamente los males que acompañan a las guerras. (II Macabeos 10, 10)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina