Trouvé 205 Résultats pour: árbol bueno

  • La conversación del hombre bueno es siempre sabia, pero el insensato es variable como la luna. (Eclesiástico 27, 11)

  • Frente al mal, está el bien y frente a la muerte, la vida: así, frente al hombre bueno, está el pecador. (Eclesiástico 33, 14)

  • Presta servicio entre los grandes y se lo ve en la presencia de los jefes; viaja por países extranjeros, porque conoce por experiencia lo bueno y lo malo de los hombres. (Eclesiástico 39, 4)

  • No hay por qué decir: ‘Esto es peor que aquello’, porque a su tiempo todo será reconocido como bueno. (Eclesiástico 39, 34)

  • para que vieran todos los israelitas qué bueno es seguir al Señor. (Eclesiástico 46, 10)

  • Él se alimentará de leche cuajada y miel, cuando ya sepa desechar lo malo y elegir lo bueno. (Isaías 7, 15)

  • Porque antes de que el niño sepa desechar lo malo y elegir lo bueno, quedará abandonada la tierra de esos dos reyes, ante los cuales estás aterrorizado. (Isaías 7, 16)

  • y sólo queda un residuo; o como cuando se golpea un olivo: quedan dos o tres aceitunas en lo alto de la copa, cuatro o cinco en las ramas del árbol frutal -oráculo del Señor, Dios de Israel-. (Isaías 17, 6)

  • diciendo: "¡Ah, Señor! Recuerda que yo he caminado delante de ti con fidelidad e integridad de corazón, y que hice lo que es bueno a tus ojos". Y Ezequías se deshizo en llanto. (Isaías 38, 3)

  • Anuncien lo que pasará después y así sabremos que ustedes son dioses. Hagan algo, sea bueno o malo, para que lo veamos con asombro y temor. (Isaías 41, 23)

  • Ninguno reflexiona, ni tiene conocimiento e inteligencia, para pensar: "Quemé la mitad al fuego, hice cocer el pan sobre las brasas, asé la carne y la comí, y con el resto, haré una Abominación: ¡Voy a adorar un tronco de árbol!". (Isaías 44, 19)

  • Que no diga el extranjero que se ha unido al Señor: "El Señor me excluirá de su Pueblo"; y que tampoco diga el eunuco: "Yo no soy más que un árbol seco". (Isaías 56, 3)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina