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  • El primer día ustedes tomarán frutos de los mejores árboles, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del río, y se alegrarán en la presencia del Señor, su Dios, durante siete días. (Levítico 23, 40)

  • La décima parte de lo que produce la tierra -tanto los campos sembrados como los árboles frutales- pertenece al Señor: es una cosa consagrada al Señor. (Levítico 27, 30)

  • Si para conquistar una ciudad tienes que asediarla mucho tiempo, no destruirás sus árboles a golpes de hacha. Come de sus frutos, pero no los cortes. ¿Acaso los árboles del campo son hombres, para que los hagas también a ellos víctimas del asedio? (Deuteronomio 20, 19)

  • Podrás destruir y cortar, en cambio, los árboles que sepas que no dan ningún fruto, a fin de construir máquinas de asedio contra la ciudad que te oponga resistencia, hasta que logres someterla. (Deuteronomio 20, 20)

  • Los insectos arrasarán con todos tus árboles y con todos los frutos de tu suelo. (Deuteronomio 28, 42)

  • Después de esto, Josué los mandó matar y los hizo colgar de cinco árboles. Allí quedaron suspendidos hasta la tarde, (Josué 10, 26)

  • y a la puesta del sol, Josué mandó que los descolgaran de los árboles. Luego los arrojaron en la cueva donde habían estado escondidos, y a la entrada de la misma, pusieron grandes piedras que todavía están allí. (Josué 10, 27)

  • Los árboles se pusieron en camino para ungir a un rey que los gobernara. Entonces dijeron al olivo: ‘Sé tú nuestro rey’. (Jueces 9, 8)

  • Pero el olivo les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi aceite con el que se honra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?’. (Jueces 9, 9)

  • Los árboles dijeron a la higuera: ‘Ven tú a reinar sobre nosotros’. (Jueces 9, 10)

  • Pero la higuera les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?’. (Jueces 9, 11)

  • Los árboles le dijeron a la vid: ‘Ven tú a reinar sobre nosotros’. (Jueces 9, 12)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina