Trouvé 21 Résultats pour: tuviera

  • Entretanto el hombre la contemplaba en silencio, preguntándose si Yavé habría hecho que su viaje tuviera éxito o no. (Génesis 24, 21)

  • Pero él insistió: «Si Yavé hizo que mi viaje tuviera éxito, ustedes ahora no me demoren, y déjenme volver a la casa de mi patrón.» (Génesis 24, 56)

  • Pero yo saqué a Abraham, padre de ustedes, de más allá del Eufrates y lo conduje por todo el país de Canaán; luego le di a Isaac para que tuviera numerosos descendientes. (Josué 24, 3)

  • Les repito, regresen a sus hogares, pues yo soy ya vieja para casarme de nuevo. Y aunque tuviera la remota esperanza de casarme esta misma noche y de tener hijos, (Rut 1, 12)

  • Y añadió Eliseo: «Por Yavé de los Ejércitos, a quien sirvo, que si no tuviera delante a Josafat, rey de Judá, no te atendería ni te miraría más. (2 Reyes 3, 14)

  • Ester, con su autoridad de reina, estampó su firma en esta segunda carta para que tuviera más valor. (Ester 9, 29)

  • Si tuviera hambre, no te lo diría, pues mío es el orbe y lo que encierra. (Salmos 50, 12)

  • Si tuviera alas de paloma volaría a donde pudiera posarme. (Salmos 55, 7)

  • Judas puso en él una guarnición que lo defendiera. También fortificó Betsur para que el pueblo tuviera una fortaleza frente a Idumea. (1 Macabeos 4, 61)

  • Rogaban al Señor que mirara por aquel pueblo que todos pisoteaban, que tuviera piedad del Santuario profanado por hombres impíos, (2 Macabeos 8, 2)

  • Siempre tenía a Judas consigo; sentía gran aprecio por él. Le aconsejó que se casara y tuviera hijos. (2 Macabeos 14, 24)

  • Supongamos que un hombre tuviera un centenar de hijos y viviera largos años, pero durante todo ese tiempo no encontrara la felicidad y no tuviera después sepultura - en ese caso digo que un recién nacido fallecido es más feliz que él. (Eclesiastés (Qohelet) 6, 3)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina