Trouvé 195 Résultats pour: obra del alfarero

  • Basta que hable para que todo lo que desea se realice, nadie puede detener su obra de salvación. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 18)

  • Así como el sol ilumina todo lo que está a la vista, así la obra del Señor está llena de su gloria. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 16)

  • Desde que el sol aparece va proclamando: "¡Soy un objeto admirable, una obra del Altísimo!" (Sirácides (Eclesiástico) 43, 2)

  • Le puso una corona de oro por encima del turbante, con una inscripción en relieve: "¡Consagrado al Señor!" Era un adorno precioso, una obra espléndida que atraía las miradas de todos. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 12)

  • Nada fue imposible para él y hasta en el sueño de la muerte hizo obra de profeta. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 13)

  • Su país está lleno de caballos y sus carros de guerra son numerosos. Su país está lleno de ídolos, pues se inclinan ante la obra de sus manos, ante la figura que modelaron sus dedos. (Isaías 2, 8)

  • Hay cítaras, panderetas, arpas, flautas y vino en su banquete, pero no ven la obra de Yavé ni entienden lo que él está preparando. (Isaías 5, 12)

  • Pero esto ha de suceder: cuando el Señor haya terminado su obra en la montaña de Sión y en Jerusalén, castigará la soberbia del corazón del rey de Asiria y la mirada despreciativa de sus ojos. Porque dijo: (Isaías 10, 12)

  • Yavé de los Ejércitos lo bendecirá con estas palabras: «Benditos sean mi pueblo de Egipto y Asur, la obra de mis manos, e Israel, mi herencia.» (Isaías 19, 25)

  • Sí, como en el monte Perasim, Yavé se levantará, o como en el valle de Gabaón, se despertará para realizar su obra, obra rara, para hacer su trabajo, trabajo misterioso. (Isaías 28, 21)

  • ¡Qué maldad la de ustedes! ¿Es acaso la greda igual que el alfarero? ¿Podrá decir al que la hizo: «Yo no soy tu obra»; o dirá un cántaro al alfarero: «No sabes nada»? (Isaías 29, 16)

  • La obra de la Justicia será la Paz y los frutos de la Justicia serán tranquilidad y seguridad para siempre. (Isaías 32, 17)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina