Trouvé 965 Résultats pour: murallas de Jerusalén
Entonces se juntaron todos los más valientes y después de marchar toda la noche tomaron el cadáver de Saúl y los de sus hijos de las murallas de Betsán. (1 Samuel 31, 12)
Primero fue rey de Judá durante siete años y medio, y tenía por capital Hebrón. Después, teniendo por capital Jerusalén, reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá. En total fueron cuarenta años. (2 Samuel 5, 5)
Después de esto, el rey y sus hombres marcharon hacia Jerusalén contra los jebuseos, que ocupaban el país. Estos le dijeron: «No entrarás aquí, pues bastarán los cojos y los ciegos para rechazarte.» Con eso querían decir que jamás iba a entrar en la ciudad. (2 Samuel 5, 6)
David, sin embargo, se apoderó de la fortaleza de Sión, la que en Jerusalén de hoy se llama «ciudad de David». (2 Samuel 5, 7)
Después que salió de Hebrón, David tomó aún más concubinas y esposas en Jerusalén, y le nacieron hijos e hijas. (2 Samuel 5, 13)
Los hijos que le nacieron en Jerusalén son: Samúa, Soba, Natán, Salomón, (2 Samuel 5, 14)
David se apoderó de los escudos de oro que llevaban los guardias de Hadadezer y los llevó a Jerusalén. (2 Samuel 8, 7)
Pero Mipibaal residía en Jerusalén porque comía siempre a la mesa del rey. Era tullido de ambas piernas. (2 Samuel 9, 13)
Cuando los amonitas vieron que los arameos habían huído, retrocedieron ante Abisaí y se encerraron en la ciudad. Enton ces Joab puso fin a la campaña contra los amo nitas y volvió a Jerusalén. (2 Samuel 10, 14)
Al año siguiente, en el tiempo en que los reyes sa len a campaña, David mandó a Joab con la guardia y todo el ejército. Derro taron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabbá, mientras que él se quedó en Jerusalén. (2 Samuel 11, 1)
David le dijo entonces: «Bueno, quédate aquí por hoy y mañana te despediré.» Así, pues, Urías se quedó aquel día en Jerusalén. (2 Samuel 11, 12)
En cuanto a sus habitantes, los hizo salir de la ciudad, los puso a manejar la sierra, las rastras y las hachas de hierro y los hizo trabajar en la fabricación de ladrillos; lo mismo hizo con todas las ciudades de los amonitas. Y luego Da vid y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (2 Samuel 12, 31)