Trouvé 18 Résultats pour: misericordioso

  • y El pasó delante de Moisés diciendo con voz fuerte: «Yavé, Yavé es un Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y en fidelidad. (Exodo 34, 6)

  • Pues Yavé, tu Dios, es un Dios misericordioso, que no te rechaza ni te destruye del todo, ni olvida la Alianza que juró a tus padres. (Deuteronomio 4, 31)

  • No guardarás en tu poder ni la cosa más pequeña de esta ciudad, para que Yavé aplaque su cólera y sea misericordioso contigo y te bendiga como tiene jurado a tus padres que lo hará, (Deuteronomio 13, 18)

  • Que Yavé se muestre misericordioso con ustedes y los premie. Yo también los recompensaré por la buena acción que han hecho. (2 Samuel 2, 6)

  • Porque si ustedes vuelven a Yavé, nuestros hermanos y nuestros hijos encontrarán misericordia ante aquellos que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra, pues Yavé, nuestro Dios, es clemente y misericordioso, y no apartará de nosotros su rostro si nos arrepentimos ante él.» (2 Crónicas 30, 9)

  • No quisieron escucharte ni recordaron todos los prodigios que hiciste para ellos. Endurecieron su cabeza como rebeldes y quisieron volver a la esclavitud de Egipto. Pero tú, Dios del perdón, misericordioso y clemente, lento para enojarte y rico en bondad, no los abandonaste. (Nehemías 9, 17)

  • Y tú, cuando vayas a unirte a ella, rueguen al Dios misericordioso, que se compadecerá y los salvará. No temas, Dios te la destinó desde siempre. Tú la salvarás, ella irá contigo y te dará hijos.» (Tobías 6, 18)

  • Yo en el país de mi destierro le daré gracias, y diré su poder y su grandeza a mi pueblo pecador. ¡Conviértanse, pecadores, y practiquen ante él la justicia, seguros de que él se mostrará misericordioso! (Tobías 13, 8)

  • La oración era la siguiente: «Señor, Señor Dios, creador de todo, temible y fuerte, justo y misericordioso, tú, rey único y bueno, (2 Macabeos 1, 24)

  • Hecho esto, pidieron al Señor Misericordioso, en una oración pública, que se reconciliara definitivamente con sus siervos. (2 Macabeos 8, 29)

  • Todos a una voz bendijeron entonces a Dios misericordioso y sintieron enardecerse sus ánimos, dispuestos no sólo a acometer a hombres, sino aun a las fieras más salvajes y a murallas de hierro. (2 Macabeos 11, 9)

  • Una vez que todo el pueblo cumplió la orden, suplicando al Señor misericordioso con lamentaciones, ayunos y oraciones durante tres días seguidos, Judas les habló para darles ánimo, y dio orden de que estuvieran preparados. (2 Macabeos 13, 12)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina