Trouvé 24 Résultats pour: metal

  • En el interior de la sala del Lugar Santísimo hizo los querubines de metal forjado, que revistió de oro. (2 Crónicas 3, 10)

  • Hizo una gran pileta de metal fundido, llamado el mar, de diez codos de borde a borde, enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno. (2 Crónicas 4, 2)

  • ¿acaso extendiste con él el firmamento, sólido como espejo de metal fundido? (Job 37, 18)

  • Luego, en Horeb se hicieron un ternero y se postraron ante un metal fundido, (Salmos 106, 19)

  • Yo miré: un viento huracanado venía del norte. Vi una gran nube: En medio de ella un fuego ardiente irradiaba luz, y el centro era como de metal incandescente. (Ezequiel 1, 4)

  • Lo vi como rodeado de metal incandescente, sumergido en el fuego que proyectaba luz. (Ezequiel 1, 27)

  • Miré, era una forma humana; por debajo de la cintura no era más que fuego, y de la cintura para arriba era como un metal incandescente. (Ezequiel 8, 2)

  • "Hijo de hombre, la gente de Israel se ha convertido para mí en un metal impuro. Son como el cobre, el estaño, el hierro o el plomo, a los que hay que pasar por el fuego porque son metales impuros. (Ezequiel 22, 18)

  • Por eso, esto dice Yavé: Los reuniré en Jerusalén como se hace con el metal impuro. (Ezequiel 22, 19)

  • Más aún, te has levantado contra el Señor del Cielo, has mandado traer los vasos de su Templo, y con tus invitados has bebido vino en ellos. Has brindado a todos tus dioses de metal y de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, pero no has glorificado al Dios de quien dependen tu vida y tu porvenir. (Daniel 5, 23)

  • Y todavía siguen pecando, pues se han fabricado con su plata un ídolo de metal fundido, diseñado a su gusto. Esto no es más que obra de artesanos, pero ellos dicen: «Ofrezcanles sacrificios», y hombres como ellos besan a un ternero. (Oseas 13, 2)

  • ¿De qué sirve una estatua, para qué se esculpen imágenes? Imagen de metal fundido: cosa engañosa. ¿Cómo su autor puede poner en ella su confianza? Pues no es más que un ídolo mudo. (Habacuc 2, 18)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina