Trouvé 69 Résultats pour: manda

  • Les llama la atención al oído, y los manda apartarse del mal. (Job 36, 10)

  • ¿Sabes tú cómo manda él a su creación y cómo de la nube brilla el relámpago? (Job 37, 15)

  • El enemigo corre tras mi vida, me aplasta contra el suelo, y me manda de vuelta a las tinieblas junto a los muertos sin edad ni tiempo. (Salmos 143, 3)

  • "Tenía que ofrecer un sacrificio, hoy mismo tuve que pagar mi manda. (Proverbios 7, 14)

  • El que manda con justicia es apreciado por el rey; él ama a los hombres rectos. (Proverbios 16, 13)

  • Imagínese a un padre afligido por la muerte prematura de su hijo; manda hacer una imagen de él, y luego honra como dios al que no era más que un difunto. Transmite a su familia ritos y ceremonias, (Sabiduría 14, 15)

  • Mal humor, impaciencia, reproches... es lo que sucede cuando la mujer manda al marido. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 22)

  • También hicieron un estanque entre los dos muros para recoger las aguas del estanque inferior, en sustitución de la piscina antigua. Pero no repararon en el que manda estos acontecimientos, ni vieron a aquel que los ha decidido desde hace tiempo. (Isaías 22, 11)

  • con este recado: «Esto manda decir Ezequías: Este es un día de angustia, de castigo y de vergüenza; los niños están a punto de nacer, pero falta la fuerza para darlos a luz. (Isaías 37, 3)

  • que estás sentado sobre los querubines, tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el creador del cielo y de la tierra. Atiéndeme, Yavé, y escucha. Abre, Yavé, tus ojos y mira. Mira las palabras de Senaquerib con que manda insultar al Dios viviente. (Isaías 37, 17)

  • sin que se les ocurriera decir: «Temamos a Yavé, nuestro Dios, que nos manda lluvia, en otoño y en primavera, y nos concede el tiempo justo para cosechar.» (Jeremías 5, 24)

  • Yavé le dirigió la palabra al profeta: Manda este recado a los desterrados: (Jeremías 29, 30)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina