Trouvé 32 Résultats pour: llegando

  • Y los que entraban eran un macho y una hembra de cada especie, que iban llegando según la orden de Dios. Y Yavé cerró la puerta del arca detrás de Noé. (Génesis 7, 16)

  • Viajando por etapas, caminó desde el Negueb hasta Betel, llegando al lugar donde anteriormente había levantado su tienda, entre Betel y Hay. (Génesis 13, 3)

  • Dios asistió al niño, que creció y vivió en el desierto, llegando a ser un experto tirador de arco. (Génesis 21, 20)

  • mientras los hijos de Israel seguían siendo muy fecundos. Se multiplicaron y crecieron, llegando a ser tan numerosos que los había en todo el país. (Exodo 1, 7)

  • Seguirá el Jordán llegando al mar Salado. Estas son las fronteras entre las cuales se extenderá su tierra». (Números 34, 12)

  • Después la frontera subía a Dabir en el valle de Acor, y al norte daba la vuelta hacia Guilgal, la cual está enfrente de la subida de Adomim, está al sur del Torrente; después que frontera pasaba por las aguas llamadas Fuente del Sol, llegando a la Fuente de Rogel. (Josué 15, 7)

  • Después, la frontera llegaba a la vertiente de Acarón, al norte, inclinándose hacia Sicarón y pasaba por el monte Bala, llegando a Jebnel. Así terminaba por el occidente en el mar Grande. (Josué 15, 11)

  • Se extendía por el norte desde el Jordán; la frontera seguía por Jericó y subía a los cerros hacia el occidente, llegando al desierto de Betaven. (Josué 18, 12)

  • Llegando allá, entraron en la casa del joven levita, la casa de Miqueas, y le dieron el saludo de paz, (Jueces 18, 15)

  • Llegando al lado de David, Mipibaal, hijo de Jonatán y nieto de Saúl, se inclinó hasta tocar el suelo con su cara. David dijo: «Mipibaal.» (2 Samuel 9, 6)

  • Entonces Yonadab dijo al rey: «¿No ves que era cierto lo que te decía? Esos son tus hijos, que están llegando.» (2 Samuel 13, 35)

  • Salomón reunió carros y caballería, llegando a tener 1.400 carros y 12.000 caballos, y los distribuyó entre las ciudades de los carros y Jerusalén, cerca de él. (1 Reyes 10, 26)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina