Trouvé 388 Résultats pour: cuatro animales

  • Daniel tomó la palabra y dijo: «Contemplaba yo en mi visión lo siguiente: los cuatro vientos del cielo agitaron el mar grande, (Daniel 7, 2)

  • y cuatro animales enormes, todos diferentes entre sí, salieron del mar (Daniel 7, 3)

  • Yo seguí mirando y vi otra bestia como un leopardo con cuatro alas en el lomo; tenía cuatro cabezas y se le dio el poder (Daniel 7, 6)

  • A los demás animales se les quitó su poderío, aunque se les dejó una prolongación de vida por un tiempo y hasta una fecha determinada (Daniel 7, 12)

  • «Estas cuatro bestias son cuatro reyes que se levantarán de la tierra. (Daniel 7, 17)

  • El macho cabrío se hizo muy grande, pero cuando estaba en todo su poder, se rompió el gran cuerno y en su lugar despuntaron cuatro enormes cuernos en dirección de los cuatro vientos del cielo. (Daniel 8, 8)

  • éste se rompió y los cuatro cuernos que salieron en su lugar son cuatro reinos que saldrán de su nación, pero no alcanzarán su poder (Daniel 8, 22)

  • Apenas se haya afirmado su reino, será destrozado y repartido a los cuatro vientos del cielo, aunque no entre sus descendientes. No será el mismo poderío que él había establecido, sino que su reino le será arrancado y pasará a otros (Daniel 11, 4)

  • Echaré a perder su viña y sus higueras, pues ella decía : «Son mi salario, me las han dado mis amantes.» Las dejaré como terreno baldío, y se las comerán los animales. (Oseas 2, 14)

  • Por eso todo el país está de duelo y están deprimidos sus habitantes. Y desaparecen hasta los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar. (Oseas 4, 3)

  • Y como comen de los animales que mi pueblo ofrece por el pecado, les conviene que mi pueblo siga pecando. (Oseas 4, 8)

  • La semilla se secó debajo de los terrones, los graneros están vacíos y las granjas arruinadas porque no hay grano. ¡Cómo mugen los animales! (Joel 1, 17)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina