Trouvé 51 Résultats pour: cedro

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir como respuesta a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija para que sea la esposa de mi hijo; pero los animales salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Reyes 14, 9)

  • Hiram, rey de Tiro, envió a David mensajeros y maderas de cedro y también albañiles y carpinteros para edificarle una casa. (1 Crónicas 14, 1)

  • Cuando David ya estuvo en su casa, dijo al profeta Natán: «Mira que yo vivo en una casa de madera de cedro mientras el Arca de la Alianza de Yavé está bajo pieles.» (1 Crónicas 17, 1)

  • Durante todo el tiempo que he ido de un lado a otro con todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los jueces de Israel, a los que encargué el gobierno de mi pueblo: Por qué no me edifican una casa de cedro? (1 Crónicas 17, 6)

  • y madera de cedro sin número, pues los sidonios y los tirios trajeron a David madera de cedro en abundancia. (1 Crónicas 22, 4)

  • Salomón mandó a decir a Hiram, rey de Tiro: «Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole maderas de cedro para que se construyera una casa en que vivir. (2 Crónicas 2, 2)

  • Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo, pues yo sé que tus siervos entienden de cortar los árboles del Líbano; (2 Crónicas 2, 7)

  • Pero Joás, rey de Israel, mandó decir a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro el Líbano: Dame tu hija para mujer de mi hijo. Pero las bestias salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Crónicas 25, 18)

  • Dieron dinero a los que trabajaban la piedra, a los albañiles y carpinteros. También dieron alimentos, vino y aceite a los tirios para que trajeran por mar a Yafó madera de cedro del Líbano, según la autorización de Ciro, rey de Persia. (Esdras 3, 7)

  • Arrisca la cola como un cedro, los nervios de su muslo resaltaan como cables. (Job 40, 17)

  • He visto al impío, vuelto tirano, elevarse como un cedro del Líbano. (Salmos 37, 35)

  • "El justo crecerá como palmera, se alzará como cedro del Líbano. (Salmos 92, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina