Trouvé 933 Résultats pour: caída de Jerusalén

  • y reinó tres años en Jerusalén. Su madre, Maacá, era hija de Absalón. (1 Reyes 15, 2)

  • Sin embargo, Yavé había prometido a David que su lámpara quedaría encendida en Jerusalén, que guardaría a su hijo después de él y ampararía a Jerusalén. (1 Reyes 15, 4)

  • Reinó cuarenta y un años en Jerusalén. Su abuela era Maacá, hija de Absalón. (1 Reyes 15, 10)

  • Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veinticinco años. Su madre Azuba era hija de Silji. (1 Reyes 22, 42)

  • Tenía treinta y dos años cuando empezó a reinar y reinó ocho años en Jerusalén. (2 Reyes 8, 17)

  • Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar y reinó un año en Jerusalén. Su madre era Atalía, hija de Omrí, rey de Israel. (2 Reyes 8, 26)

  • Sus servidores lo llevaron en carro a Jerusalén y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David. (2 Reyes 9, 28)

  • Era entonces el año séptimo de Jehú y reinó durante cuarenta años en Jerusalén. Su madre era Sibia, de la ciudad de Berseba. (2 Reyes 12, 2)

  • En aquel entonces, Jazael, rey de Aram, vino para combatir contra Gat, la tomó y se dirigió contra Jerusalén. (2 Reyes 12, 18)

  • Joás, rey de Judá, tomó todas las cosas preciosas que habían consagrado sus padres, Josafat, Joram y Ocozías, reyes de Judá, todas las que él había consagrado y todo el oro que se halló en los tesoros de la Casa de Yavé y en los de la casa del rey, y los mandó a Jazael, rey de Aram, quien con esto se alejó de Jerusalén. (2 Reyes 12, 19)

  • Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre era Joadán, de Jerusalén. (2 Reyes 14, 2)

  • Joás, rey de Israel, tomó preso a Amasías, hijo de Ocozías, en Betsames y lo llevó a Jerusalén. Hizo una abertura de doscientos metros en la muralla de Jerusalén, desde la Puerta de Efraím hasta la Puerta del Angulo. (2 Reyes 14, 13)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina