Trouvé 407 Résultats pour: agua de la purificación

  • Después mandará sacrificar uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua fresca. (Levítico 14, 5)

  • Tomará luego el pájaro vivo, la madera de cedro, la escarlata y el hisopo, y los mojará, incluso el pájaro vivo, en la sangre del pájaro inmolado sobre el agua fresca. (Levítico 14, 6)

  • El que ha sido purificado lavará sus vestidos, se afeitará todo su pelo, se bañará en agua y quedará puro, y luego volverá al campamento. Pero tiene que quedarse primero siete días fuera de su tienda, (Levítico 14, 8)

  • y es al día séptimo cuando se afeitará todo el pelo, la cabellera, la barba y las cejas, es decir, se afeitará todo su pelo; lavará también sus vestidos, bañará su cuerpo en agua y quedará limpio. (Levítico 14, 9)

  • El sacerdote que hace la purificación presentará a la persona que se purifica, junto con todas esas cosas, a la entrada de la Tienda de las Citas, delante de Yavé. (Levítico 14, 11)

  • Al octavo día, los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de las Citas, para su purificación delante de Yavé. (Levítico 14, 23)

  • Esta es la ley de purificación para el leproso de escasos recursos.» (Levítico 14, 32)

  • sacrificará uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua fresca, (Levítico 14, 50)

  • y tomando la madera de cedro, el hisopo y escarlata, con el pájaro vivo, los mojará en la sangre del pájaro sacrificado y en el agua fresca; luego rociará la casa siete veces. (Levítico 14, 51)

  • Así hará la expiación por la casa con la sangre del pájaro, el agua fresca, el pájaro vivo, la madera de cedro, el hisopo y la escarlata. (Levítico 14, 52)

  • Quien se siente en un mueble donde se haya sentado cualquiera que padezca derrame, deberá lavar sus vestidos y luego bañarse en agua, y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 6)

  • Toda vasija de barro tocada por el que padece derrame será rota y todo utensilio de madera será lavado en agua. (Levítico 15, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina