Trouvé 43 Résultats pour: Judit

  • Le anunciaron la llegada de Judit y salió a la entrada de su tienda precedido de lámparras de plata. (Judit 10, 22)

  • Cuando apareció Judit ante Holofernes y sus ayudantes, quedaron maravillados de la belleza de su rostro. Ella se puso de rodillas, pero los ayudantes de Holofernes la levantaron. (Judit 10, 23)

  • Judit respondió: «Escucha mis palabras para que pueda hablar con libertad ante tu presencia. Esta noche diré sólo la verdad a mi señor. (Judit 11, 5)

  • La invitó a pasar donde tenía sus cubiertos de plata y mandó que le sirvieran de sus manjares y su vino. Pero Judit le dijo: (Judit 12, 1)

  • Judit respondió «No te preocupes, porque antes que consuma lo que traje, el Señor cumplirá, por mi mano, sus designios.» (Judit 12, 4)

  • pues había pedido a Holofernes que ordenara a sus guardias que la dejaran salir. Judit permaneció tres días en el campamento, y cada noche iba al valle de Betulia y se lavaba en la fuente donde estaban los guardias. (Judit 12, 7)

  • Bagoas salió, pues, de la carpa de Holofernes y entró en la de Judit. Le dijo: «No te niegues, bella joven, a venir donde mi señor para que te honre y bebas con nosotros alegremente. Hoy mismo llegarás a ser como una de las asirias que viven en el palacio de Nabucodonosor.» (Judit 12, 13)

  • Respondió Judit: «¿Quién soy yo para oponerme a mi señor? Todo lo que agrade a sus ojos lo haré con gusto, y eso será para mí motivo de alegría hasta el día de mi muerte.» (Judit 12, 14)

  • Se levantó, se adornó con sus vestidos y todos sus adornos de mujer. Su sirvienta se le adelantó y extendió en el suelo, delante de Holofernes, la piel que Bagoas había dado a Judit para su uso diario y donde pudiera reclinarse para comer. (Judit 12, 15)

  • Entró Judit y se instaló. El corazón de Holofernes quedó cautivado y su espíritu perturbado. Era presa de un deseo intenso de poseerla, porque desde el día en que la vio atisbaba el momento favorable para seducirla. (Judit 12, 16)

  • Judit respondió: «Bebo gustosa, señor, porque desde que nací jamás me sentí tan feliz como hoy.» Tomó lo que su sirvienta le había preparado (Judit 12, 18)

  • Judit fue dejada sola en la tienda con Holofernes, hundido en su cama y ahogado en vino. (Judit 13, 2)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina