Trouvé 92 Résultats pour: Gritó

  • Pasaba el rey de Israel por la muralla cuando una mujer le gritó: «Sálvame, mi señor rey.» (2 Reyes 6, 26)

  • Jehú levantó la vista hacia la ventana y gritó: «¿Quién está conmigo?» Dos o tres eunucos se inclinaron hacia él. (2 Reyes 9, 32)

  • El rey estaba de pie junto a la columna, como era costumbre, y a su lado estaban los oficiales y las trompetas. Los ciudadanos estaban llenos de alegría y tocaban las trompetas. Al ver esto, Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición! ¡Traición!» (2 Reyes 11, 14)

  • Abías, de pie en el monte Semaraím, que está en los cerros de Efraím, les gritó: «Escúchenme, Jeroboam y todo Israel. (2 Crónicas 13, 4)

  • Entonces clamaron a Yavé y mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra; y cuando los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra, Dios desbarató a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá. (2 Crónicas 13, 15)

  • Miró, y vio al rey junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo lleno de alegría que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (2 Crónicas 23, 13)

  • El joven bajó al río para lavarse los pies, cuando del agua saltó un gran pez que por poco le devora el pie. Tobías gritó, (Tobías 6, 3)

  • De lejos, Judit gritó a los guardias de las puertas: «Abran, abran la puerta. El Señor, nuestro Dios, está con nosotros para hacer maravillas en Israel y desplegar su fuerza contra nuestros enemigos, como lo ha hecho hoy.» (Judit 13, 11)

  • Presa de un indecible entusiasmo, todo el pueblo se postró para adorar a Dios y gritó a una sola voz: «Bendito seas, Dios nuestro, tú que en este día aniquilaste a los enemigos de tu pueblo.» (Judit 13, 17)

  • Gritó muy fuerte y rasgó sus ropas. (Judit 14, 16)

  • Luego entró en la tienda de Judit y, al no encontrarla, corrió a las tropas y gritó: (Judit 14, 17)

  • Cuando regresó el rey del jardín, vio que Amán estaba inclinado sobre el sofá donde descansaba Ester. «¡¿Y todavía te atreves a violentar a la reina en mi propio palacio?!», gritó. Y a una orden suya le echaron a Amán un paño sobre la cabeza. (Ester 7, 8)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina