Trouvé 32 Résultats pour: Escudos

  • Edificaron y prosperaron. Asá tenía un ejército de trescientos mil hombres de Judá, que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín, que llevaban el escudo pequeño y eran arqueros, todos ellos esforzados guerreros. (2 Crónicas 14, 7)

  • El sacerdote Joyadá entregó a los jefes de cien lanzas y los escudos grandes y pequeños del rey David que se encontraban en la Casa de Dios, (2 Crónicas 23, 9)

  • Ozías proporcionó a todo aquel ejército escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas para tirar piedras. (2 Crónicas 26, 14)

  • Con gran ánimo reparó la parte de la muralla que estaba derribada, alzando torres sobre ella. Levantó, además, otra muralla exterior, fortificó el Milo en la ciudad de David y fabricó gran cantidad de armas y escudos. (2 Crónicas 32, 5)

  • Pero desde ese día, sólo la mitad de mis hombres tomaba parte en el trabajo; la otra mitad, con arcos, lanzas, escudos y corazas, estaba detrás de los nuestros. (Nehemías 4, 10)

  • Mira la muchedumbre de los asirios; están orgullosos de sus caballos y jinetes, alaban la fortaleza de sus infantes, confían en sus escudos y en sus lanzas, en sus arcos y en sus hondas, pero no reconocen que tú eres el Señor, el que decide las guerras. (Judit 9, 7)

  • Su lomo son escudos en hileras, unidos como piedras selladas. (Job 41, 7)

  • Al amanecer, apareció Judas en la llanura con tres mil hombres que no tenían ni los escudos ni las espadas que hubieran deseado. (1 Macabeos 4, 6)

  • Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y escudos, restauraron las entradas y las habitaciones y les pusieron puertas. (1 Macabeos 4, 57)

  • Cuando el sol se reflejó en los escudos de oro y bronce, resplandecieron las montañas y brillaron como llamas de fuego. (1 Macabeos 6, 39)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, ataques y cargas de una y otra parte, movimientos de escudos, muchas lanzas, flechas, lanzazos, resplandor de armaduras y corazas de toda clase. (2 Macabeos 5, 3)

  • Tu cuello es como la torre de David, levantada para dominar; de ella cuelgan mil escudos, todos escudos de valientes. (Cantar 4, 4)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina