Trouvé 3887 Résultats pour: Dios

  • Los saluda la comunidad que Dios ha congregado en Babilonia; también los saluda mi hijo Marcos. (1º Carta de Pedro 5, 13)

  • Carta de Simeón Pedro, servidor y apóstol de Cristo Jesús, a todos aquellos que tuvieron la suerte, como la tuvimos nosotros, de recibir una fe tan preciosa y de ser renovados por nuestro Dios y Salvador Jesucristo. (2º Carta de Pedro 1, 1)

  • Que la gracia y la paz se les aumenten de día en día, junto con el conocimiento de Dios y de Jesús, nuestro Señor. (2º Carta de Pedro 1, 2)

  • Por lo tanto, hermanos, esfuércense por confirmar el llamado de Dios que los ha elegido. Si obran así, no decaerán, (2º Carta de Pedro 1, 10)

  • cuando recibió de Dios Padre gloria y honor. En ese momento llegó sobre él una palabra muy extraordinaria de la gloriosa Majestad: «Este es mi Hijo muy querido, el que me agradó eligir.» (2º Carta de Pedro 1, 17)

  • pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado, movidos por el Espíritu Santo. (2º Carta de Pedro 1, 21)

  • En efecto, Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los encerró en cavernas tenebrosas, manteniéndolos allí hasta el día del juicio. (2º Carta de Pedro 2, 4)

  • También condenó Dios a las ciudades de Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas, para que sirvieran de escarmiento a los malvados del futuro. (2º Carta de Pedro 2, 6)

  • Estos quieren ignorar que al principio hubo un cielo, y una tierra que surgió del agua y se mantuvo sobre ella por la palabra de Dios. (2º Carta de Pedro 3, 5)

  • Del mismo modo ahora la palabra de Dios es la que conserva nuestro cielo y nuestra tierra, pero serán destruidos por el fuego el día del Juicio, cuando los impíos también sean destruidos. (2º Carta de Pedro 3, 7)

  • mientras esperan y ansían la venida del día de Dios, en la que los cielos se desarmarán en el fuego y los elementos se derretirán por el calor. (2º Carta de Pedro 3, 12)

  • Mas nosotros esperamos, según la promesa de Dios, cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia. (2º Carta de Pedro 3, 13)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina