Trouvé 753 Résultats pour: �Ella

  • Dijo Dios a Abrahán: «A Saray, tu esposa, ya no la llamarás Saray, sino Sara. Yo la bendeciré y te daré de ella un hijo. (Génesis 17, 15)

  • La bendeciré de tal manera, que pueblos y reyes saldrán de ella.» (Génesis 17, 16)

  • También todos los varones de su casa, tanto los nacidos en ella como los esclavos comprados a algún extranjero, fueron igualmente circuncidados con él. (Génesis 17, 27)

  • Abrahán y Sara eran ancianos, bien entrados en años, y ella no tenía ya lo que le pasa ordinariamente a las mujeres. (Génesis 18, 11)

  • Y así lo hicieron aquella misma noche, y la mayor se acostó con su padre, quien no se dio cuenta de nada, ni cuando ella se acostó ni cuando se levantó. (Génesis 19, 33)

  • Le hicieron beber y lo embriagaron de nuevo aquella noche, y la hija menor se acostó con él. El padre no se dio cuenta de nada, ni cuando ella se acostó ni cuando se levantó. (Génesis 19, 35)

  • El me dijo que era su hermana, y ella también me dijó: "Es mi hermano". Yo he actuado con corazón sencillo y con manos limpias.» (Génesis 20, 5)

  • en la ciudad de Kiriat-Arbe -o sea, Hebrón-, en el país de Canaán. Abrahán hizo duelo por ella y la lloró. (Génesis 23, 2)

  • «A ver si nos entendemos: yo te pago el precio de la finca. Acéptamelo y enterraré en ella a mi difunta.» (Génesis 23, 13)

  • Fue así como la finca de Efrón, que está en Macpelá, frente a Mambré, con la cueva que hay en ella y todos los árboles, tanto los que tiene el campo como los que hay en su alrededor, (Génesis 23, 17)

  • y a una de ellas le voy a decir: "Por favor, inclina tu cántaro para que yo pueda tomar agua". Si ella me responde: "Toma y daré también de beber a tus camellos", haz que sea ella la que tú has destinado para tu servidor Isaac. Esta será para mí la señal de que has escuchado a mi patrón. » (Génesis 24, 14)

  • Ella respondió: «Bebe, mi señor». Y bajando inmediatamente el cántaro sobre su mano le dio de beber. (Génesis 24, 18)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina