8. Se apartaron del culto de sus padres y adoraron al Dios del cielo, al Dios que habían reconocido. Por esto, sus padres los despidieron de la presencia de sus dioses y se refugiaron en Mesopotamia, donde permanecieron largo tiempo.





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina