7. Una vez recuperado, se arrodilló a los pies de Judit y le dijo: ¡Bendita seas en toda Judá y en todas las naciones, que, al oír tu nombre, quedarán asombradas!





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina