Josué, 13
11. Galaad, Gesuri y Macati, el monte Hermón y todo Basán hasta Saleca.
11. Galaad, Gesuri y Macati, el monte Hermón y todo Basán hasta Saleca.
El capítulo 13 de Joshua describe cómo Dios le ordenó a Joshua que distribuyera la tierra de Canaán entre las tribus de Israel. Este capítulo presenta la lista de tierras que se ganaron y deben distribuirse entre las tribus. A continuación hay cinco versículos relacionados con los temas abordados en Joshua 13.
Números 33:53: "Y no estarán de acuerdo con los residentes de la tierra, y habitarán en ella; porque te he dado la tierra para poseerla". Este versículo habla de la promesa de Dios de dar la tierra de Canaán a los israelitas para poseer. Esta promesa se cumplió en la conquista de Canaán y la distribución de la tierra entre las tribus.
Ezequiel 47:13: "Así dice el Señor Dios, este es el límite que dividirás la tierra en herencia a las doce tribus de Israel; José tendrá dos partes". Este versículo habla de la división de la tierra de Canaán entre las doce tribus de Israel. Joshua recibió la orden de distribuir la tierra de acuerdo con las instrucciones de Dios.
Deuteronomio 1:8: "He aquí, te he dado la tierra; entra y la posee, como el Señor, Dios de tus padres, te dijo, no temes, ni teman". Este versículo habla de la orden de Dios para que los israelitas ingresen a la tierra de Canaán y la posean. Esta orden fue cumplida por Joshua y su ejército, y las tierras fueron distribuidas entre las tribus.
Números 34:17: "Estos son los nombres de los hombres que compartirán la tierra entre ustedes, Eleazar, el sacerdote y Joshua, hijo de Num". Este versículo habla de la elección de Joshua de liderar la distribución de la tierra de Canaán entre las tribus de Israel. Joshua fue el líder elegido de Dios para esta importante tarea.
Deuteronomio 33:21: "Y de Naphtali dijo, Naphtali, mucha satisfacción y lleno de la bendición del Señor; toma posesión del mar y el sur". Este versículo habla de la bendición de Dios sobre la tribu de Naphtali. En la distribución de la tierra de Canaán, esta tribu recibió una generosa porción de tierra.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina
