16. La joven era muy bella y aún virgen, pues no había tenido contacto con ningún hombre. Bajó a la fuente, llenó el cántaro y subió.





“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina