2. Luego subió a la Casa de Yavé acompañado por toda la gente de Judá y Jerusalén. Fueron los sacerdotes con los profetas y todo el pueblo, desde el más chico hasta el más anciano. Estando todos reunidos, se leyó el Libro de la Ley hallado en la Casa de Yavé.





“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina