30. El profeta puso el cadáver sobre el burro y lo llevó a la ciudad, donde le hizo los funerales y lo sepultó. Dejó el cadáver en su propio sepulcro y lo lloraron según la costumbre: «Ay, hermano mío.»





“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina