28. De la mitad correspondiente a los combatientes, reserva como tributo al Señor el uno por quinientos en hombres, bueyes, asnos y ovejas;





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina