19. Por eso ordené que, en cuanto la sombra cubriese las puertas de Jerusalén, la víspera del sábado, se cerrasen las puertas, y que no se abrieran hasta después del sábado; y emplacé junto a las puertas algunos de mis hombres para que no entrase carga alguna en día de sábado.





“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina