21. Te hablé en la hora de tu prosperidad. Tú dijiste: "¡No quiero escuchar!". Ése ha sido tu camino desde tu juventud: no escuchar mi voz.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina