18. Si salgo al campo, sólo veo caídos a espada; si entro en la ciudad, allí están las angustias del hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes vagan por el país. ¡Ya no lo conocen!





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina