23. Tus jefes son unos rebeldes, compinches de ladrones; todos hambrean recompensas y van detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina