II Samuel, 13
12. Pero ella le respondió: "¡No, hermano mío! No me violentes, porque eso no se hace en Israel. No hagas esta insensatez.
12. Pero ella le respondió: "¡No, hermano mío! No me violentes, porque eso no se hace en Israel. No hagas esta insensatez.
“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina