4. Dios no perdonó a los ángeles pecadores, sino que los arrojó al infierno, y los encerró en las prisiones tenebrosas en espera del juicio;





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina