42. Dios, entonces, les volvió las espaldas y los entregó al culto de los astros, como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto durante cuarenta años, casa de Israel?





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina