Ezequiel, 41
18. había esculpidos querubines y palmeras. Entre querubín y querubín había una palmera; cada querubín tenía dos caras:
18. había esculpidos querubines y palmeras. Entre querubín y querubín había una palmera; cada querubín tenía dos caras:
“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina