27. Entonces yo extendí mi mano contra ti, reduje tu ración y te abandoné a merced de tus enemigas, las hijas de los filisteos, que se avergonzaban de tu conducta descarada.





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina