13. Refirió a su mujer, Zeres, y a todos sus amigos lo que había sucedido. Ellos le dijeron: "Comienzas a declinar ante Mardoqueo; si pertenece a la raza judía, no podrás nada contra él, sino que caerás ante él".





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina