Deuteronomio, 24
17. No violes el derecho del emigrante, ni el del huérfano, ni tomes en prenda los vestidos de la viuda.
17. No violes el derecho del emigrante, ni el del huérfano, ni tomes en prenda los vestidos de la viuda.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina