Proverbios, 4

La Biblia de Jerusalén

1 Escuchad, hijos, la instrucción del padre, estad atentos para aprender inteligencia,

2 porque es buena la doctrina que os enseño; no abandonéis mi lección.

3 También yo fui hijo para mi padre, tierno y querido a los ojos de mi madre,

4 El me enseñaba y me decía: «Retén mis palabras en tu corazón, guarda mis mandatos y vivirás.

5 Adquiere la sabiduría, adquiere la inteligencia, no la olvides, no te apartes de los dichos de mi boca.

6 No la abandones y ella te guardará, ámala y ella será tu defensa.

7 El comienzo de la sabiduría es: adquiere la sabiduría, a costa de todos tus bienes adquiere la inteligencia.

8 Haz acopio de ella, y ella te ensalzará; ella te honrará, si tú la abrazas;

9 pondrá en tu cabeza una diadema de gracia, una espléndida corona será tu regalo».

10 Escucha, hijo mío, recibe mis palabras, y los años de tu vida se te multiplicarán.

11 En el camino de la sabiduría te he instruido, te he encaminado por los senderos de la rectitud.

12 Al andar no se enredarán tus pasos, y si corres, no tropezarás.

13 Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, que es tu vida.

14 No te metas por la senda de los perversos, ni vayas por el camino de los malvados.

15 Evítalo, no pases por él, apártate de él, pasa adelante.

16 Porque ésos no duermen si no obran el mal, se les quita el sueño si no han hecho caer a alguno.

17 Es que su pan es pan de maldad, y vino de violencia es su bebida.

18 La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día.

19 Pero el camino de los malos es como tinieblas, no saben dónde han tropezado.

20 Atiende, hijo mío, a mis palabras, inclina tu oído a mis razones.

21 No las apartes de tus ojos, guárdalas dentro de tu corazón.

22 Porque son vida para los que las encuentran, y curación para toda carne.

23 Por encima de todo cuidado, guarda tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.

24 Aparta de ti la falsía de la boca y el enredo de los labios arrójalo de ti.

25 Miren de frente tus ojos, tus párpados derechos a lo que está ante tí.

26 Tantea bien el sendero de tus pies y sean firmes todos tus caminos.

27 No te tuerzas ni a derecha ni a izquierda, aparta tu pie de la maldad.




Versículos relacionados com Proverbios, 4:

El Capítulo 4 del Libro de Proverbios se ocupa de la importancia de la sabiduría y la disciplina en la vida, así como las consecuencias de seguir el camino correcto o incorrecto. Los siguientes versos están relacionados con los temas abordados en Proverbios 4:

Salmo 1:1-3: "Bendito es el hombre que no camina en el Concilio de los Wicked, ni se aferra a los pecadores, ni descansa en la silla de los Scofers; sino su placer en la Ley de la Ley del Señor, su ley, y en su ley, y su ley medita día y noche. Será como el árbol plantado por las corrientes de agua, que lleva su fruto en su propia temporada, y cuyas hojas no caen; y todo lo que él prosperará ". Este salmo muestra la importancia de seguir la forma correcta, que es la ley del Señor, para ser bendecido y prosperar.

Proverbios 3:11-12: "Mi hijo, la corrección del Señor, ni se desaniman cuando lo reprenden. Porque el Señor corrige a quién ama, así como por el Padre al Hijo a quien quiere bien". Aquí vemos la importancia de la disciplina y la corrección en la vida, que puede ser dolorosa, pero son necesarias para hacernos crecer y mejorar.

Proverbios 10:17: "El camino a la vida es aquel que mantiene las instrucciones, pero lo que abandona el reprimenda sale mal". Este versículo muestra cómo seguir la instrucción y la corrección es esencial para ir de la manera correcta y tener vida.

Proverbios 16:16: "¿Cómo es mejor adquirir sabiduría que el oro! Y adquirir comprensión es preferible a plata". Este verso refuerza la importancia de la sabiduría, que es un tesoro mayor que cualquier riqueza material.

Santiago 1:5: "Y si alguno de ustedes carece de sabiduría, pídala a Dios, que da a todos generalmente y no lo reprochan; y se le otorgará". Aquí vemos que la sabiduría no es algo que podamos adquirir solos, pero debemos pedirle a Dios que se lo otorgue generosamente a quienes preguntan.


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