Juan, 14
24. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
24. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
San Juan 14 es uno de los capítulos más conocidos del Evangelio de Juan, porque en él Jesús se despide de sus discípulos antes de su arresto y muerte, prometiendo que enviará al Espíritu Santo para consolarlos y guiarlos. También afirma ser el camino, la verdad y la vida, y enseña sobre su relación con el Padre y la importancia del amor por sus mandamientos. Basado en estos temas, aquí hay cinco versos de la Biblia que se relacionan con el capítulo de Juan 14:
Juan 16:7: "Sin embargo, te digo la verdad, déjame ir, porque si no lo soy, el edredón no vendrá a ti; pero si voy, lo enviaré". En este versículo, Jesús refuerza la promesa de que enviará al Espíritu Santo para guiar y consolar a sus discípulos, mientras enseña en Juan 14:16-26.
Juan 10:30: "Yo y el Padre somos uno". En este versículo, Jesús afirma su unidad con el Padre, así como en Juan 14:9-11, cuando dice que el que lo vio vio al Padre, y que las palabras que habla no son suyas, sino de la Padre que lo envió.
1 Juan 5:3: "Porque esto es el amor de Dios, mantengamos sus mandamientos; y sus mandamientos no son pesados". En este versículo, el Apóstol Juan enseña sobre la importancia del amor por los mandamientos de Dios, que Jesús enfatiza en Juan 14:15-24, cuando dice que el que lo ama mantendrá sus mandamientos y que el que no los ama no quedatelo.
Juan 14:6: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí". En este versículo, Jesús enseña que él es el único camino hacia el Padre, y que la verdad y la vida solo se pueden encontrar a través de él. Este mensaje se refuerza en Juan 14:1-4, cuando dice que preparará un lugar para sus discípulos en la casa de su padre.
Juan 14:27: "Te dejo la paz; mi paz te doy; no te lo daré como el mundo le da. Si no turbbitan tu corazón, ni te ve afectado". En este versículo, Jesús promete a sus discípulos la paz que solo él puede dar, como enseña en Juan 14:27-31, cuando dice que no los dejará a los huérfanos y que no necesitan temer.
“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina
