3. Los habitantes de Joppe, por su parte, perpetraron la enorme impiedad que sigue: invitaron a los judíos que vivían con ellos, a subir con mujeres y niños a las embarcaciones que habían preparado, como si no guardaran contra ellos ninguna enemistad.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina