31. que no haya turbación ni remordimiento en el corazón de mi señor por haber derramado sangre inocente y haberse tomado mi señor la justicia por su mano; y cuando Yahveh haya favorecido a mi señor. acuérdase de tu sierva.»





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina