Exodo, 9

La Biblia de Jerusalén

1 Yahveh dijo a Moisés: «Preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: "Deja salir a mi pueblo para que me den culto."

2 Si te niegas a dejarles salir y los sigues reteniendo,

3 mira que la mano de Yahveh caerá sobre tus ganados del campo, sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre la vacadas y sobre las ovejas; habrá una grandísima peste.

4 Pero Yahveh hará distinción entre el ganado de Israel y el ganado de los egipcios, de modo que nada perecerá de lo perteneciente a Israel.»

5 Y Yahveh fijó el plazo, diciendo: «Mañana hará esto Yahveh en el país.»

6 Al día siguiente cumplió Yahveh su palabra y murió todo el ganado de los egipcios; mas del ganado de los israelitas no murió ni una sola cabeza.

7 Faraón mandó hacer averiguaciones, y se vio que del ganado de Israel no había muerto ni un solo animal. Sin embargo, se endureció el corazón de Faraón y no dejó salir al pueblo.

8 Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Tomad dos grandes puñados de hollín de horno, y que Moisés lo lance hacia el cielo, en presencia de Faraón;

9 se convertirá en polvo fino sobre todo el territorio de Egipto, y formará erupciones pustulosas, en hombres y ganados, por toda la tierra de Egipto.»

10 Tomaron, pues, hollín de horno y presentándose ante Faraón, lo lanzó Moisés hacia el cielo, y hubo erupciones pustulosas en hombres y ganados.

11 Ni los magos pudieron permanecer delante de Moisés a causa de las erupciones; pues los magos tenían las mismas erupciones que todos los egipcios.

12 Pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que nos les escuchó, según Yahveh había dicho a Moisés.

13 Dijo Yahveh a Moisés: «Levántate de mañana, preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: "Deja salir a mi pueblo para que me den culto."

14 Porque esta vez voy a enviar todas mis plagas sobre ti, sobre tus siervos y sobre tu pueblo para que sepas que no hay como yo en toda la tierra.

15 Si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con peste, ya habrías desaparecido de la tierra;

16 pero te he dejado con vida, para hacerte ver mi poder, y para que sea celebrado mi nombre sobre toda la tierra.

17 Tú te opones todavía a mi pueblo, para no dejarle salir.

18 Pues mira que mañana, a esta hora, haré llover una granizada tan fuerte, como no hubo otra en Egipto desde el día en que fue fundado hasta el presente.

19 Ahora, pues, manda poner a salvo tu ganado y cuanto tienes en del campo; porque el granizo descargará sobre todos los hombres y animales que se hallan en el campo, y cuantos no se hayan recogido bajo techumbre perecerán.»

20 Aquéllos de los siervos de Faraón que temieron la palabra de Yahveh pusieron al abrigo a sus siervos y su ganado;

21 mas los que no hicieron caso de la palabra de Yahveh, dejaron en el campo a sus siervos y su ganado.

22 Dijo Yahveh a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y que caiga granizo en toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los ganados y sobre todas las hierbas del campo que hay en la tierra de Egipto.»

23 Extendió Moisés su cayado hacia el cielo, y Yahveh envió truenos y granizo; cayeron rayos sobre la tierra, y Yahveh hizo llover granizo sobre el país de Egipto.

24 El granizo y los rayos mezclados con el granizo cayeron con fuerza tan extraordinaria que nunca hubo semejante en toda la tierra de Egipto desde que comenzó a ser nación.

25 El granizo hirió cuanto había en el campo en todo el país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. El granizo machacó también toda la hierba del campo, y quebró todos los árboles del campo.

26 Tan sólo en la región de Gosen, donde habitaban los israelitas, no hubo granizo.

27 Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: «Ahora sí, he pecado; Yahveh es el justo, y yo y mi pueblo somos inicuos.

28 Rogad a Yahveh que cesen ya los truenos y el granizo; y os dejaré salir. No tendréis que quedaros más tiempo aquí.»

29 Moisés le respondió: «Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos hacia Yahveh, cesarán los truenos, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es de Yahveh.

30 Pero bien sé que ni tú ni tus siervos teméis todavía a Yahveh, Dios.»

31 Fueron destrozados el lino y la cebada, pues la cebada estaba ya en espiga, y el lino en flor.

32 El trigo y la espelta no fueron destrozados por ser tardíos.

33 Dejando a Faraón, salió Moisés de la ciudad, extendió las manos hacia Yahveh, y cesaron los truenos y granizos, y no cayó más lluvia sobre la tierra.

34 Cuando Faraón vio que había cesado la lluvia, el granizo y los truenos, volvió a pecar, endureciendo su corazón, tanto él como sus siervos.

35 Endurecióse, pues, el corazón de Faraón y no dejó salir a los israelitas como Yahveh había dicho por boca de Moisés.




Versículos relacionados com Exodo, 9:

En Éxodo 9, Dios continúa enviando plagas sobre Egipto como una forma de mostrar su poder y obligar a Faraón a liberar a la gente de Israel. Las plagas incluyen la muerte del ganado, las úlceras en animales y humanos, granizo y saltamontes.

Job 37:13: "Los hace caer, ya sea para disciplinar o demostrar su amor misericordioso". Este versículo habla sobre cómo Dios usa eventos naturales para disciplinar o mostrar misericordia a los seres humanos, que se pueden aplicar al envío de plagas a Egipto en Éxodo 9.

Isaías 45:7: "Levante la luz y creo oscuridad, promuevo la paz y una desgracia; yo, el Señor, hago todas estas cosas". Este versículo habla sobre cómo Dios tiene un control absoluto sobre todo lo que sucede en la tierra, incluida la capacidad de enviar plagas y desgracias.

Jeremías 5:12: "Negan al Señor, diciendo: '¡No existe! No habrá nada malvado. No veremos espada o hambre'. escuchar las advertencias de Dios y sufrió las consecuencias de las plagas.

Deuteronomio 7:15: "El Señor eliminará de ti todas las enfermedades. No te permitirá sufrir ninguna de las terribles enfermedades que has conocido en Egipto; pero las impondrá a todos los que las odian". Este versículo habla sobre cómo Dios puede sanar y proteger a sus seguidores de enfermedades y plagas, al tiempo que los impone a sus enemigos.

Salmo 105:27-28: "Realizaron sus señales milagrosas entre ellos, sus maravillas en la tierra de la cámara. Envió la oscuridad que los rodeó, y la oscuridad los cubrió". Este verso habla sobre los signos y maravillas que Dios realizó en Egipto, incluida la plaga oscura en Éxodo 9.


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