3. Lo mismo harás con su asno, con su manto, o con cualquier objeto perdido por tu hermano que tú encuentres; no puedes desentenderte.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina