3. Porque también nosotros antes éramos insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de los malos deseos y de toda clase de placeres, y vivíamos en la maldad y la envidia, siendo objeto de odio y odiándonos los unos a los otros.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina