22. Que estas aguas portadoras de maldición penetren en tus entrañas, para que se hinche tu vientre y te vuelvas estéril". Y la mujer responderá: "Amén, amén".





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina