10. Yo dije: "¡Ah, Señor, realmente has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: ‘Ustedes tendrán paz’, y ahora estamos con la espada a la garganta!".





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina