19. Joás, rey de Judá, tomó todos los objetos que habían consagrado Josafat, Jorám y Ocozías, sus padres, reyes de Judá, y los que él mismo había consagrado, así como también todo el oro que había en los tesoros de la Casa del Señor y de la casa del rey, y envió todo eso a Jazael, rey de Arám. Así este se alejó de Jerusalén.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina