27. Una vez que recogieron las armas y se llevaron los despojos del enemigo, se pusieron a celebrar el sábado, bendiciendo y alabando una y otra vez al Señor, que los había salvado aquel día, concediéndoles así las primicias de su misericordia.





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina