8. Saúl se puso furioso y muy disgustado por todo aquello, pensó: "A David le atribuyen los diez mil, y a mí tan sólo los mil. ¡Ya no le falta más que la realeza!".





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina